Búsqueda de fragancias que caracolean en el tiempo de sonrisas que anidan esperanzas...del lenguaje que dé solidez al verso y la prosa...de entregas, silencios y de una mística en la belleza, que resuman dignidad y respeto a la palabra.

Beatriz Mattar de Vergara

jueves, 7 de noviembre de 2013

Raquel Bussi


EL BANDONEONISTA

Cada vez que miro ese farolito, la nostalgia

invade mi alma y me emociono porque lo asocio con el tango, música ciudadana de mi querido país: Argentina.
De pronto, sin que me dé cuenta, aparece tu imagen con el bandoneón desgranando notas que eran el deleite de los transeúntes que se acercaban a escucharte.
Hasta me parece ver tu cara, tus gestos..., tu mirada  como si estuvieras en otro mundo, en tu universo musical.
Muchacho humilde de los suburbios del Buenos Aires de largo tiempo atrás.
El Buenos Aires de los cafetines, de la percanta que un día se fue y te dejó, a ti, que creías saberlo todo sobre el amor.
¿Dónde estás bandoneonista? 
¡Cuántas historias de vida podrías contar...!
Por eso, cada vez que paso y veo ese farolito, me parece escuchar los suaves compases musicales que desgranaba tu bandoneón.
Y vuelvo a emocionarme al recordarte, humilde muchachito de arrabal.
                                                                                   
Raquel Bussi