Búsqueda de fragancias que caracolean en el tiempo de sonrisas que anidan esperanzas...del lenguaje que dé solidez al verso y la prosa...de entregas, silencios y de una mística en la belleza, que resuman dignidad y respeto a la palabra.

Beatriz Mattar de Vergara

viernes, 24 de noviembre de 2017

María Teresa Pavía de Picco



DESPERTAR AL ALBA

Al alba muere Federico,
al alba cabalgan sus versos,
sobreviven sus cantares
y sus auroras en el tiempo.

En una poesía de su libro,
“Poemas del Alma”,
nos habla de su corazón oprimido…
el poeta, “Siente junto a la alborada
el dolor de sus amores
y el sueño de las distancias”…

Y termina la primera estrofa
con una hermosa metáfora:
“La gran tumba de la noche
su negro velo levanta
para ocultar con el día
la inmensa cumbre estrellada”.

Fue su vida amaneceres,
tuvo la musicalidad del agua,
el espíritu de su Vega verde
y verdes sueños en su almohada.

Pero la luna sangró una noche
con pólvora de madrugada,
su pecho tiñó la aurora
y la últimas estrellas del alba.

Federico cabalga en el tiempo,
Federico sueña, despertar al alba.

María Teresa Pavía de Picco

Del libro “Un mar de palabras - Antología 2017”,
del Taller Literario “Letras y Sonidos”.


Inés Quilez de Monge



LLUVIA Y POESÍA

Llueve lento gota a gota en mi viaje placentero.
Llevo en mis manos un libro, un poemario completo.
Ya mis ojos se desploman, entre el cansancio y el sueño.
Las gotas en su caída repiquetean y bailan,
El micro se bambolea, sobre la ruta mojada,
por causa de lluvia y viento, pero mi alma no descansa.
Aunque con ojos cerrados la poesía florece,
acecha mi corazón, interrumpe mi reposo.
Es mi predilecta amiga que aparece con su encanto.
Solo cuando ella lo quiere y me envuelve en un abrazo.
Las musas están presentes, no saben lo que es descanso.
Mi corazón se estremece, busca la urgencia del verso.
¿Cómo haré para escribirlos? Ni papel he preparado.
Esas musas me arrebatan… ¡Esperen a que haya llegado!
Y en papel escribiré, o presionaré un teclado,
para liberarlas pronto y no escapen de mis manos,
tal cual vuela una paloma hacia el cielo inmaculado.
Como música de fondo, las gotas siguen el canto.
En los cristales se quedan, ruedan caen en su letargo.
Musas y gotas se unen, mi libro cayó a un costado.
Poesía, amiga mía acá dejo algunos versos…
¡En este día nublado!

Inés Quilez de Monge

Del libro “Un mar de palabras - Antología 2017”,
del Taller Literario “Letras y Sonidos”.


María Elisabeth Noria Martínez



MURMULLOS

Bien profundo en la tierra feraz, en silencio hay mucho movimiento.
Todas iguales y distintas, algunas débiles otras más fuertes.
Buscan el aire, el sol, el golpeteo de las gotas frescas, la luz.
El objetivo es ser alegría y color, una caricia para el ama, una explosión de aromas.
No tienen ateos en la tierra.
Cual fortísimo de una sinfonía irrumpen en nuestras vidas.
Ellas, las flores.

María Elisabeth Noria Martínez

Del libro “Un mar de palabras - Antología 2017”,
del Taller Literario “Letras y Sonidos”.



Jorge Emilio Bossa


CIENO

La tarde, con su agobio a cuestas, se tiende sobre el horizonte en pos de su diario y merecido descanso. Una colcha multicolor la abriga del relente que empieza a envolverla. La umbría se apodera de las alturas y apaga el viejo faro, para dar paso a un estático desfile de antorchas de neón.
Una joven mujer comienza a preparar la cena para su hijo. Cena de la que ella, como muchas veces ocurre, no podrá ser parte, a causa del abandono, la falta de trabajo y la consecuente oquedad de sus bolsillos.
Luego lo hará dormir y se marchará, para hundir otra vez sus altos tacos en el cieno de la noche.
Quizás mañana, si la suerte ayuda, el almuerzo sea para los dos.

Jorge Emilio Bossa

Del libro “Un mar de palabras - Antología 2017”,
del Taller Literario “Letras y Sonidos”.



Teresita Fava de Maggi


EL ROCÍO SOBRE LA HIERBA

Del árbol que murió lentamente
se desprendieron sus ramas
y quedó un tronco solitario
a orillas del camino viejo.

Cuando llegó la primavera
y todo comenzaba a brotar,
una silvestre trepadora
se adueñó de él. Quiso darle vida,
traspasarle con su abrazo la savia
para que nuevos brotes nacieran
y vuelvan a reverdecer cada mañana.
Así llegarían nuevamente los  pájaros
a dormir en la tibieza de sus ramas.

Un día sentí tristeza
al pasar por el camino viejo.
Nada quedó de mi amigo árbol.
Ni un pedazo de su madero,
ni el abrazo de aquella enredadera
con campanillas color del cielo…
Sólo… el rocío sobre la  hierba.

Teresita Fava de Maggi

Del libro “Un mar de palabras - Antología 2017”,
del Taller Literario “Letras y Sonidos”.


Amelia Pérez de Ron


ZAPATOS ROJOS


¿Cómo olvidar aquel día que, regresando a casa, en una vidriera los vi? Eran unos zapatos rojos preciosos, con tacones altos, elegantes, estilizados casi casi irreverentes. Simplemente estaban allí, en esa vidriera despertando suspiros de admiración. Mi ilusión por tenerlos fue inmensa y con esa urgencia juvenil decidí comprarlos.
Eran mis soñados zapatitos de princesa. Los usaba sólo en ocasiones muy especiales y así, por mucho tiempo, me acompañaron en tantos momentos inolvidables. ¡A cuántos lugares felices me condujeron! ¡Cuántas vivencias vuelven a mí de esos escenarios simples donde transcurría mi vida! Sin preguntas, sólo desfilan por mi mente aquellos momentos tan profundamente grabados en el alma.
Mis inefables zapatos rojos, cómo olvidarlos si con ellos aprendí a bailar en brazos de mi primera ilusión.
De vez en cuando los recupero y, heroicamente sola, ensayo algunos pasos de baile en mi pequeño universo de nostalgias y fantasías. También alguna vez, con un sutil toque de coquetería me he mirado al espejo y, entre pasos de baile, vi mis lágrimas.
Vuelvo nuevamente a guardarlos y allí están, junto a tantos ayeres, envueltos en viejos papeles de ilusión en esas cajas del tiempo. Estoy segura que nuevamente los buscaré, cada vez que soplos de nostalgias reaviven mis recuerdos.  

Amelia Pérez de Ron

Del libro “Un mar de palabras - Antología 2017”,
del Taller Literario “Letras y Sonidos”.