REDENCIÓN
De
pronto, la fiesta se acabó. Se aguó en los negros y húmedos ojos de Lucía.
Pablo ya no pudo seguir adelante. Una mirada extraviada, melancólica, lo
inhibía. Sintió que sería un miserable si tomaba posesión de ese paraíso
usurpado, rentado por el mismo diablo.
Lucía
era una hermosa doncella de cuerpo curvilíneo, piel trigueña y larga cabellera azabache.
Digno cierre para una noche de juerga. Pero sus negros fanales lo detuvieron,
apaciguaron sus bríos repentinamente. Aquellos ojos parecían decir lo que su
carnosa boca callaba… un ahogado pedido de ayuda.
Pablo
se acercó a ella con delicadeza. La abrazó en silencio y besó su arriada
frente. Luego dejó que lentamente pasara el tiempo, sin asaltar la intimidad de
su compañera, a pesar de haber pagado por ella.
Lucía, trémula, sollozaba en sus brazos. Pero no dijo una sola palabra.
El miedo la amordazaba.
Cuando
el reloj marcó el final de la cita, él se despidió susurrando una promesa a su
oído… ¡Voy a sacarte de aquí!
Los
abismales ojos de Lucía se clavaron en la figura de Pablo, recortada en el
umbral de su claustro. Ahora ya no solo temía por su propia vida, sino también
por la de aquel perceptivo muchacho.
Cuando
la plateada barca de la luna finalizó su trayecto, la joven se quitó el ropaje
de humillación que la cubría y quiso dormir. Pero no pudo hacerlo. Se levantó
de su lecho, se acercó a su ventana y miró ese pequeño fragmento de cielo que
se filtraba por una rendija. Le pidió que consume el milagro largamente
esperado. Y que ilumine y proteja a su paladín.
Pasadas
unas horas, la justicia se encargó de la redención. Lucía pudo ver el sol en su
plenitud, en reemplazo de aquellos míseros jirones del astro asaltando
tímidamente su reclusión. Luego que ello ocurriera Pablo se reencontró con la
muchacha y la abrazó nuevamente, ahora con vigor.
Aquella
noche pudo haber sido el amo de su cuerpo, por una precaria porción de tiempo.
Ahora es el dueño de su corazón. Y de sus abismales ojos negros.
Jorge Emilio Bossa
Segundo Premio Género Cuento
Corto
Concurso Literario Hugo Wast
2013
Instituto Parroquial “Gustavo
Martínez Zuviría”
50 años educando en la fe
Las Varillas (Cba.),
Noviembre de 2013
SUEÑOS DESANGRADOS
Un trozo de luna
con forma de cuna
se mece en el cielo
y asila los sueños
que no tienen dueño,
culpa del desvelo.
La noche está triste
y de luto viste
a su nueva pena,
porque en un hogar
se han vuelto a aplazar
las noticias buenas.
Tras cuatro semanas
soñando con nanas
se ha desangrado
de nuevo el anhelo,
ese viejo anhelo
siempre relegado.
Una esposa joven,
al ver que su abdomen
no admite expansión,
maldice su suerte
y una nueva muerte
de la ilusión.
Mas sabe que un día
tendrá la alegría
que hoy no alcanza,
sin más ríos rojos
lavando despojos
de la esperanza.
Entonces al cielo,
guardián del desvelo,
le implora ser cuna
el próximo mes,
de una buena vez,
como aquella luna.
Jorge Emilio Bossa
Mención Especial Género
Poesía
Concurso Literario Hugo Wast
2013
Instituto Parroquial “Gustavo
Martínez Zuviría”
50 años educando en la fe
Las Varillas (Cba.),
Noviembre de 2013