Búsqueda de fragancias que caracolean en el tiempo de sonrisas que anidan esperanzas...del lenguaje que dé solidez al verso y la prosa...de entregas, silencios y de una mística en la belleza, que resuman dignidad y respeto a la palabra.

Beatriz Mattar de Vergara

viernes, 6 de septiembre de 2013

Adriana Mónica Roelofs


UNA COPA

Mi alma es una copa de cristal.
Frágil cristal adornando la vitrina.
Aguarda, silenciosa y con paciencia,
tu mano que ha de tomarla un día por el talle
y entibiará su vientre redondo entre las palmas.
Y sentirás el dulce vino, burbujeante.
Aguarda el roce de tus labios,
tu mano serena, contemplándola.
……………………………………………….
Hoy ha recibido un duro golpe
que no ha logrado, sin embargo,
astillar el cristal.
Pero una lágrima invisible
se desliza hacia el pie.
Y muere allí.



LA CANCIÓN DE LAS SIRENAS

Cántame la canción de las sirenas.
Cuéntame de hombres sabios y gentiles,
y de mujeres prodigándose generosamente y sin escudos.
Cuéntame de niños bienamados,
creciendo al abrigo de un hogar que nace
en la certeza de saber que es posible ser de a dos,
sin destruirse.
Cuéntame de seres generosos,
que tengan el espíritu inmune a las luces falsas del entorno,
esas que llevan a la nada, a la vacuidad de todo.
Cuéntame de un lugar de campos amplios,
de espigas henchidas y caminos que es posible
transitar sin accidentes.
Cuéntame de un país donde su gente
valore la creatividad, la tolerancia,
y el intelecto lúcido y sapiente
en aquel que eligen para que los gobierne.
Cántame la canción de las sirenas.
Que ya estoy harta de esta realidad absurda.
                                                              
Adriana Mónica Roelofs