Búsqueda de fragancias que caracolean en el tiempo de sonrisas que anidan esperanzas...del lenguaje que dé solidez al verso y la prosa...de entregas, silencios y de una mística en la belleza, que resuman dignidad y respeto a la palabra.

Beatriz Mattar de Vergara

domingo, 6 de marzo de 2016

Ester Gallardo

QUÉ LE DIRÉ AL AMOR

Qué le diré al AMOR cuando me diga
que ha pasado a mi lado y no lo he visto,
que he callado mis risas y mis llantos
y he apagado la luz de mis estrellas.
Qué le diré al AMOR cuando me diga
que ha llamado insistente a mi ventana
y he cerrado mis ojos por no verlo
y he sellado mis labios sin nombrarlo.
Cuando pasen los días y las noches
y no quede ningún amanecer,
qué le diré al AMOR cuando me diga
que cuando me llamó, yo me alejé.

Ester Gallardo

Publicado en la Antología “Un mar de palabras”
Diciembre de 2015

Mirian Graciela Pesasi

EL SORTILEGIO DEL PIANO

Ana se sentó frente al piano.
Comenzó a interpretar una melodía que, cuando niña, solía ejecutar con su padre.
Se sintió inmensamente feliz.
Por su mente pasaron todos los gratos momentos de su niñez y de su adolescencia.
Ahora era todo tan distinto.
Su mamá enferma..., su papá ya no estaba en este mundo.
Sonrió para sí. Aún estaba mamá y de todas maneras, atesoraba en su corazón, las vivencias de toda su vida.

Mirian Graciela Pesasi

Publicado en la Antología “Un mar de palabras”
Diciembre de 2015

Amelia Pérez de Ron

MONTAÑAS

Se recuestan en el atardecer las oscuras siluetas de las montañas. Detrás de ellas, un estallido de colores. El sol se oculta despidiendo al día. Tan distintas se perciben cuando los rayos bañan sus cumbres y laderas. Tan llenas de vida y misterio. Su vegetación danza trémula al compás del viento que alegremente despeina su follaje. Entre sus matorrales se esconden secretos de vida, ocultos, casi imperceptibles a simple vista. Pero están allí, vigilantes y atentos, acechando al intruso que vaga entre los escollos. En la cima, callados pájaros despliegan suavemente sus alas sobrevolando el espacio, bailando afrodisíacas señales divinas, tan cerca del cielo, tan lejos del suelo. Así continúan su eterno aprendizaje en el arte de sobrevivir.  
Y, como antes, como siempre, las montañas cobijan sus sueños.-

Amelia Pérez de Ron

Publicado en la Antología “Un mar de palabras”

Diciembre de 2015

María Teresa Pavía de Picco

UN PUÑADO DE SUEÑOS


Evoco un amanecer en el campo…
con esplendor
en la hierba cuando la niebla se levanta,
con la alegría de trinos que musicalizan el día,
y el crepitar temprano del fuego en la cocina.

Deseo volver a cortar el pan crujiente
y sostener el tazón sin asas que entibia las manos…
saborear el requesón o las mermeladas de la abuela
y la manteca que ayudaba a batir entusiasmada.

Había en la casa una actividad de colmena
especialmente en tiempo de siembra y cosecha.
Recuerdo el puñado de sueños dorados
que el abuelo un día, me entregó emocionado.

Entonces me dijo que en cada semilla
latente  vivía un misterio de vida,
latente vivía el prodigio del trigo,
germen del sustento de cada familia.

Fue un sembrador de quimeras…
con fe en Dios y en la simiente,
ancló su barco en la tierra nueva.   

Las mieses fueron hilando el destino…
germinó su hogar y en él,
un puñado de esperanza… sus retoños,
rubios de sol como pequeños granos maduros.

María Teresa Pavía de Picco

Publicado en la Antología “Un mar de palabras”
Diciembre de 2015