Búsqueda de fragancias que caracolean en el tiempo de sonrisas que anidan esperanzas...del lenguaje que dé solidez al verso y la prosa...de entregas, silencios y de una mística en la belleza, que resuman dignidad y respeto a la palabra.

Beatriz Mattar de Vergara

martes, 31 de marzo de 2015

"Acercando distancias"


Premiados Segundo Concurso Literario "ACERCANDO DISTANCIAS", organizado por la Comunidad Marchigiana de San Francisco (Córdoba). 

Participantes: Escritores residentes en San Francisco y Zona, mayores de edad.
Tema: La inmigración en la comunidad de San Francisco y su zona de influencia.
Conforme a cada género, los escritores galardonados son:

POESÍA:

1º premio: “LLEGARON” de Beatriz Chiabrera de Maschisone (Clucellas, Sta. Fe).
2º premio: “REFLEXIONES DE UNA INMIGRANTE” de Myriam Lucía Taverna (San Francisco, Cba.).
3º premio: “MI ABUELO” de Celina Alcira Plez (San Francisco, Cba.).
4º premio: “MI CIUDAD” de María Rosa Terraf (San Francisco, Cba.).
5º premio: “A MI ABUELA INMIGRANTE” de Inés María Quilez de Monge (San Francisco, Cba.).

CUENTO CORTO:

1º premio: “UN PAÑUELO ATADO A LA NUCA” de Laura Estela Peretti (San Francisco, Cba.).
2º premio: “MIRADAS” de Beatriz Chiabrera de Marchisone (Clucellas, Sta. Fe).
3º premio: “EL DESTIERRO” de Celina Alcira Plez (San Francisco, Cba.).
4º premio: “EL OLVIDO” de María Rosa Curtino (Devoto, Cba.).
5º premio: “EL HUMO AZUL” de Myriam Lucía Taverna (San Francisco, Cba.).

ESCRITORAS PREMIADAS DEL TALLER LITERARIO “LETRAS Y SONIDOS”


Myriam Lucía Taverna recibe una de sus distinciones



Alma Carrión recibe el premio en nombre de Inés Quilez de Monge


REFLEXIONES DE UNA INMIGRANTE

Aquí estoy, en esta geografía diferente,
hermosa pero ajena.
Bajo este cielo
que en vano trata de calmar mi angustia.
Buscando inútilmente
esas constelaciones conocidas
que encienden noche a noche
el techo cósmico del área de mi patria.
Entre tanta gente que no es mi gente,
con un extraño acento en las palabras.
En un marco existencial que me produce
como dolor de parto en las entrañas.
Siento una pena enorme ahuecar mi interior
y que de pronto se satura con lágrimas.
Aquí estoy…
en este viaje de por mí voluntario.
¡Cuánto duele desde aquí la lejanía!
¡Cuánto entiendo ahora la nostalgia!
Hay dureza de roca que desgasta,
en el sentido de esas dos palabras
y que va corroyendo de a poquito
la dulce transparencia de mi alma.
Pero…, debo…,
dejar de lado pesadumbre y tristezas
porque pronto, lo sé,
será esta tierra que hoy me da cobijo
tan mía y tan amada
como lo es aquella que dejé allá lejos.

Myriam Lucía Taverna

2º Premio Género Poesía
Segundo Concurso Literario
"ACERCANDO DISTANCIAS"
Comunidad Marchigiana de San Francisco
29 de Marzo de 2015


EL HUMO AZUL

         Me llamó la atención desde el primer día. No bien la vi. Era una redoma
de vidrio delgado y transparente. Descansaba sobre un trípode de madera rústica en un rincón del local. Contenía un humo azulado que se movía cuando alguien caminaba sobre las viejas tablas ensambladas que separaban el piso del sótano.

         La redoma había sido traída por Yaco cuando vino de Italia huyendo de la guerra.

         Se embarcó en un buque de carga escondido en la bodega, ayudado por un marinero.

         Tres días estuvo escondido y cuando lo descubrieron le dieron trabajo como ayudante de cocina. Fue protegido por el capitán porque la desesperación que mostraba su rostro era tan evidente que todos sintieron compasión por él.

         Al llegar a Buenos Aires, La Boca lo acogió entre su gente y fue como un hijo para el gringo Giusseppe que le enseñó los secretos del comercio en un almacén de puerto.

         Un día, no se sabe el porqué, tomó el tren en el Ferrocarril Belgrano y se bajó en San Francisco porque tenía nombre de santo. Pensó que en este lugar sería feliz, tendría una familia propia y media docena de niños alegrarían su vida.

         Lo único que traía eran dos mudas de ropa interior, el traje con que viajaba, una camisa de brin, un pantalón de trabajo, algo de dinero regalo de su benefactor, un manojo de tristes recuerdos y la nostalgia por su amada patria, sus padres lejanos, sus hermanitos, su pueblo, sus amigos.

         También traía la redoma.

         A fuerza de trabajo logró tener un almacencito en la calle San Juan cerca de las vías.

         Allí vi la redoma por primera vez.

         Encerraba un humo que para mí era mágico.

         El local también me parecía mágico. Atraía clientes, especialmente a mí.

         El dueño del negocio observaba cuando me acercaba fascinada a mirar las volutas encerradas que tejían gaseosas filigranas. Más de una vez me pareció que Yaco sonreía.

         Pasé días y días pensando en el humo azul. Hasta deseé sustraer la botella y llevarla a mi dormitorio. A los nueve años, poseerla sería el pasaporte que me permitiría viajar al país de los sueños, maravilloso lugar para mí.

         Una mudanza imprevista me alejó de la ciudad, de mis amigos, del negocio y del humo azul.

         Cuando regresé ostentaba orgullosa mi flamante título de abuela. Había pasado tiempo. Encontré muchas cosas cambiadas. Mi antigua casa cuidada por mi tía menor me esperaba blanca de luz y llena de recuerdos.

         Me sentí otra vez niña. La curiosa e inquieta chiquilina que se emocionaba con los cuentos de hadas y de misterio. La eterna habitante del país de los duendes.

         Un impulso irresistible me llevó al antiguo negocio de mi infancia. No lo reconocí. Ahora era un Maxi-Kiosco moderno y bonito. Lo recorrí buscando inútilmente la redoma. Ella no estaba.

         De pronto vi al anciano detrás de una góndola. Me sonrió con la ternura de antaño. Lo abracé con fuerzas y le pregunté por el humo azul.

         - ¡El humo azul!... ¡el de la botella!... lo dejé ir, dijo.

         - ¡Cómo que lo dejó ir! ¡Por favor Don Yaco! Dígame… ¿qué era?

         - ¡Ay chiquita! –contestó nostálgico- ¿eso?... estaba hecho de recuerdos de vida.

         Eso… era el humo azul de la melancolía.

Myriam Lucía Taverna

5º Premio Género Cuento Corto
Segundo Concurso Literario
"ACERCANDO DISTANCIAS"
Comunidad Marchigiana de San Francisco
29 de Marzo de 2015


A MI ABUELA INMIGRANTE

Abuela inmigrante española y valenciana,
con mucho amor y triste desarraigo,
al mar desconocido te lanzaste.
¡Cuánto amor cultivaste en tus entrañas!
Salvar a tus hijos de la guerra
fue el motivo crucial de tu aventura,
marcharte de tu tierra tan amada
poco equipaje, solo amor y tu bravura.
Recuerdo tenuemente tu figura pequeña,
ojos tristes tal vez por los recuerdos,
que atesoraste de tu tierra valenciana
y que volverías a ver solo en tus sueños…
Dejaste en este suelo tus luchas y tu vida,
hijos, nietos, bisnietos y un legado:
trabajar con tesón y humildad todos los días.
Nunca supiste de horarios ni descansos.
Dios te tendrá a su lado, dulce abuela,
en el lugar de los mártires callados
junto a tantos inmigrantes luchadores
que dejaron su sangre en un país idolatrado.
Por siempre tus nietos te honraremos
sin olvidar tu esfuerzo y tu coraje.
Gran abuela española y valenciana
¡Continuaremos tu obra y tu linaje!

Inés Quilez de Monge

5º Premio Género Poesía
Segundo Concurso Literario
"ACERCANDO DISTANCIAS"
Comunidad Marchigiana de San Francisco
29 de Marzo de 2015


Myriam Taverna entrega a Inés Quilez
su correspondiente diploma en La Casa de Los Artistas