Búsqueda de fragancias que caracolean en el tiempo de sonrisas que anidan esperanzas...del lenguaje que dé solidez al verso y la prosa...de entregas, silencios y de una mística en la belleza, que resuman dignidad y respeto a la palabra.

Beatriz Mattar de Vergara

lunes, 28 de octubre de 2013

Jorge Emilio Bossa


ANTES…

Llegaron a estas tierras por el mar,
como nuestros abuelos.
Pero ellos vinieron antes…
Antes que aquellos gringos laboriosos
hicieran de estas pampas un vergel.

Llegaron cuando la patria
comenzaba a ser patria,
cuando el sol de mayo
recién asomaba sus rayos
en el cielo del nuevo estandarte.
Fueron los primeros inmigrantes
en aquellos años donde la nación
era aún una ilusión.

Vinieron antes que el granero naciera,
pero sembraron otras semillas…
las de la independencia.
No roturaron la tierra
pero rompieron cadenas.

Como nuestros queridos gringos
nacieron en el viejo mundo
y murieron en el nuevo país
por el cual ofrendaron su sangre.
Fueron Holmberg y Bouchard,
fueron Brown y tantos más…
quienes junto a los criollos
lucharon por un ideal.

Ayudaron a arrancar la corona,
que a esta comarca oprimía,
para ser suplida luego
por una dorada diadema de espigas.

Fueron otros inmigrantes
aquellos bravíos guerreros
que vinieron antes…

Jorge Emilio Bossa

Mención Familia Trentina
Género: Poesía
Tema: El Inmigrante
Concurso Literario "Premios Farfalla"
Rafaela (Sta. Fe), Octubre de 2013

jueves, 3 de octubre de 2013

Laura Estela León


ALAMEDAS EN LA LEJANÍA

...como una peregrinación
             sin retorno. Tal vez, rumiando sin quejas
            su eterno presente,


gozando desde sus alturas
la aurora, suspendida entre las nubes,
…estar cerca del cielo. Escuchar cuitas
…atrapando los trinos
especialmente de las calandrias
e ingresarlas en el torbellino
de voces del espacio sideral

Álamos, árboles de mis sueños.
Célebres, bíblicos de aquellos bosques
bordados en mis tapices.
Iconos genuinos de la Humanidad.



Laura Estela León

martes, 1 de octubre de 2013

Alma Carrión de Dal Bó


LA PROMESA

Me quedé
caminando sobre las huellas
de tus pasos,
por los mismos senderos
que caminamos juntos
pero huérfana, ahora, de esperanzas.

Me quedé en la misma casa
donde abrevó la vida.
Me senté junto a la misma mesa
hundiéndome en la oquedad
de tu silla vacía,
hostigada por profundos silencios,
me acosté en la misma cama,
abrazando sueños viejos,
ajena de caricias,
sumida en la frialdad
de tu lugar desierto, taladrando
mi congoja.

Me quedé, quizá debí volar contigo,
tus alas te llevaron a lo ignoto,
las mías, tal vez me llevarían al olvido
y este dolor ya no estaría.

Y me quedé en el tiempo
viviendo la vida que me resta,
invento símbolos absurdos
para ahuyentar los fantasmas
de la angustia.
Camino sobre las huellas de tus pasos
por los mismos senderos
que caminamos juntos.
Murmuro tu nombre,
tu imagen inmaterial, siempre a mi lado,
anclada a los recuerdos
y así no morirás jamás, mientras yo viva.
No morirás una segunda vez.
                                        ¡Te lo prometo! 

Alma Carrión de Dal Bó