Búsqueda de fragancias que caracolean en el tiempo de sonrisas que anidan esperanzas...del lenguaje que dé solidez al verso y la prosa...de entregas, silencios y de una mística en la belleza, que resuman dignidad y respeto a la palabra.

Beatriz Mattar de Vergara

viernes, 28 de agosto de 2015

Teresita Bovio Dussin


SOLDADO DESCONOCIDO
- Relato de vivencias -

         Don Santiago Frencia vivía junto a su familia donde la urbanización se convertía en baldíos de rústicos pajonales que crecían en libre albedrío. La ruta diecinueve era la cinta gris que oficiaba de límite entre el campo y el bullicio de la ciudad
         Tenía el oficio de "colchonero", actividad heredada de sus ancestros italianos. Su fama era reconocida en toda la zona y le rendía pingües beneficios.             
         Alto, desgarbado, excéntrico, era el personaje más pintoresco de la ciudad. Se paseaba orgulloso con su ingeniosa creación: un sombrero hecho con una lata de aceite perforada con cientos de agujeros, ala de chapa fina y forro de felpilla, para que al circular el aire refrescara su cabeza.
         Su famosa bicicleta  con corona de madera, era su herramienta de movilidad para cumplir con los encargos. Pedaleaba feliz recorriendo los barrios mientras barbotaba palabras en italiano arrastrando (atada con un grueso gancho) la cardadora manual para lana.
         Su prolijidad y esmerada atención, eran valoradas por las amas de casa, que solicitaban su presencia para desapelmazar colchones.
         Al llegar, se acomodaba a favor del viento para que la tierra no le diese en la cara; desparramaba todo sobre una enorme lona, y con inusual ligereza cardaba la lana apelotonada hasta dejarla como vellones etéreos.
         Su llegada era recibida con alegría por los niños de la casa que le hacían ronda para escuchar sus enrevesados soliloquios. El tema siempre era su heroico pasado de soldado, donde no faltaba el rugir de los cañones, los gritos y las ayes de dolor.            
         Se ufanaba al contar que Mussolini, en persona, lo había felicitado por su desempeño en las trincheras. Aseguraba que para hacer el monumento al soldado desconocido habían solicitado permiso para utilizarlo como símbolo representativo 
.        La dueña de casa lo agasajaba con un fresco vaso de vino tinto que degustaba con placer. Mientras cumplía con su trabajo contaba disparatadas historias que entretenían a grandes y chicos...
         Una de sus más grandes preocupaciones eran los ladrones que le hacían desaparecer las gallinas más gordas. Tomó drásticas medidas al respecto, hizo agujeros en la pared del dormitorio que daba al gallinero, allí metía el caño de la escopeta y al menor ruido la emprendía a tiros (por suerte no tenía vecinos).
         El pobre nunca se enteró que su mezquindad obligaba a su mujer a matar alguna a escondidas para darle de comer a los hijos.

         Pero... los tiempos cambiaron, el mundo se modernizó con colchones de resortes o de poliuretano.
         Viejo y extraviado en sus alucinaciones, sus desgarradores gritos rompían en mil pedazos el espejo de su soledad.
         El viento norte fue desgastando los ladrillos y la humilde vivienda se convirtió en una pila de escombros.
         Su quijotesca figura y sus anécdotas viven  en el recuerdo de los que lo conocimos y disfrutamos dulces sueños en los mullidos colchones de aireada lana de oveja.

Teresita Bovio Dussin

Premiado por la Revista “Vida Plena”
Participa en el Libro “Un canto a la vida”,
dedicado a los adultos mayores


jueves, 20 de agosto de 2015

Beatriz Mattar de Vergara



A PURMAMARCA

Formas y colores
engarzados en un paisaje de sol,
cantan a la vida.
Un cielo azul puro
navega en las fantasías
que despierta e invita
a la palabra, caminante silencioso,
a una ronda de metáforas.
La poesía, allí espera.
Arquitecta íntima
en el trazo del poeta,
reanima las imágenes.
Busca al duende de los tiempos
y desgrana los misterios
que natura ofrece.
Purmamarca, sonríe en su belleza
y la estrofa se arrodilla reverente.
Paisaje y poesía se hermanan
en un abrazo de crepúsculos encendidos.

                       Beatriz Mattar de Vergara











TERMA DE REYES

Caminos de montaña, que hacen de la curva un señorío que abrazan la belleza del paisaje y llaman al asombro.
Caminos de altura…misterios de la tierra generosa, vuelo inesperado de un ave y aleteos de esperanzas en la mirada
del silencio.
Caminos y pencas… lenguaje de la vida. Cumbres  y simas, rebaños, humildad jujeña en el saludo que agradece el visitante…
La Escuelita, el Hotel, viviendas anidan sueños y diálogos en tinajas de amaneceres diamantinos.
Terma de Reyes- Yala- Conjunción poética y ancestral…
Los mitos se refugian en la historia, vuelven páginas de tiempo
e inciensan  fervorosas al viento que se mece en el recuerdo.

                                                  Beatriz Mattar de Vergara


lunes, 17 de agosto de 2015

Teresita Fava de Maggi


15/08/15 - Teresita Fava de Maggi en Colonia Bossi (Sta. Fe), Subsede del XXIV Encuentro Nacional de Poetas "El camino de la palabra" en Brinkmann (Cba.)...