ETÉREA MUJER DE
BRUMA
Eres…
la que acompaña mis noches
solitarias,
la que al rayar el Sol
desaparece
como se esfuman las sombras
con el alba.
Te encontré
emergiendo, casi desdibujada,
una noche que la niebla iba envolviendo
con su denso vapor, muelles y playa
y desde el espigón donde fumaba un
cigarro prohibido
te vi surgir de entre la blanca espuma
como Venus naciendo de las aguas.
No sé si eras real
o fantasía creada por mi mente
obnubilada,
obnubilada,
pero sé que necesito tu presencia,
mujer etérea,
mujer de bruma,
mi mujer
soñada.
Myriam Lucía Taverna
Publicado en la Antología "Un mar de palabras"
Diciembre de 2015