Búsqueda de fragancias que caracolean en el tiempo de sonrisas que anidan esperanzas...del lenguaje que dé solidez al verso y la prosa...de entregas, silencios y de una mística en la belleza, que resuman dignidad y respeto a la palabra.

Beatriz Mattar de Vergara

miércoles, 29 de mayo de 2019

¡Laura!


A nuestra compañera Laura León de Cabrera…

                                       ¡LAURA!

Te anida el silencio…
Junto a tu corazón, laten los versos que lograron espacios en la cultura…
Tus cerámicas, ¡bellísimas!
Tus bordados y tejidos…
Suenan las campanas de las escuelas en las que ejerciste el magisterio.
                                    
                                       ¡MAESTRA!
                                            
Tu nombre, lo recuerdan con especial afecto, cuántos niños, hoy hombres, recibieron tus conocimientos… los que guardan en sus corazones las lucecitas en palabras guías, frente a las dificultades de la vida presente.
                                    
                                      ¡MAESTRA Y MADRE!  

Que los ángeles te hagan ronda y entonen el Aleluya de la PAZ.

                           Taller Literario “Letras y Sonidos”


domingo, 26 de mayo de 2019

Duerme, Poeta...

El Taller Literario “Letras y Sonidos” despide a Laura Estela León, quien se marchó ayer sábado 25 de Mayo, pero nos dejó sus versos…

RÉQUIEM

Tarde de enero,
el mes inicial de sus desvíos.
El delta, misterioso aparece
espejando lánguidos sauzales
en cintas rumorosas,
… confusión de aves canoras
enhebrando trinos en su ramaje.
La musa,
plena de lirismo,
vaga entre el follaje
cual sirena encantada
en complicada inquisición.
¿Duerme el poeta?
El sol, emboscado
entre grises y nácar,
detiene la tarde
abrevando el crepúsculo.
El silencio, entronizado,
solemne, no se turba.
Invaden sones de arrítmicos compases
arrullando al Poeta, que…
hace tiempo buscó la paz.
En plenitud, cual eterna salutación,
el arco iris de mariposas y picaflores
trasmutan esmeraldas, plata y oro.
Duerme el poeta
mientras el delta desfallece en el río.

Laura Estela León



sábado, 25 de mayo de 2019

Myriam Lucía Taverna



LA POESÍA

¿Qué es poesía?
A esta pregunta respondan los poetas.
¿De dónde llega?
¿Qué la crea?
Devánense los sesos los filósofos
al buscar las respuestas,
pues yo no necesito
investigar qué es
ni dónde, cuándo, cómo,
ni por qué
aparecen poemas.
Me basta con sentirla,
disfrutarla,
mecerme con su ritmo,
saborearla,
descubrir para bien de mi alma
que siempre habrá poesía
inédita o recreada
mientras existan dos cosas en el mundo:
el hombre y la palabra.

Myriam Lucía Taverna



Inés Quilez de Monge



MI BELLA PORTULACA

En un rincón de mi pequeño patio,
ella entreteje ramas con humildad serena.
Convive con otras plantas de verano
de entrañable belleza.
Pero es la preferida ante mis ojos
por el cariño que encierra.
Las demás muestran sus hojas desplegadas.
Es un festín impúdico de verdes
con insólita magia.
Pero el sol aparece con fulgores,
enceguece y atrapa.
Ella lo espera… se deja amar enardecida.
Él, con calor sublime, la seduce y abrasa.
Ella, sumisa y tímida, le rinde su tributo
y de pronto ¡estalla!
Estalla de color y belleza.
Se cubre de flores en forma inesperada.
Se convierte en reina por un día,
en el pequeño patio de mi casa.
Cuando el sol se esconde tras los muros
y la sombra la atrapa…
Cierra sus hermosas flores.
Su espíritu de reina, descansa…

Inés Quilez de Monge




jueves, 23 de mayo de 2019

Teresita Fava de Maggi



Aquel conventillo de la calle Uruguay

Cuando Berta llegó al puerto de Buenos Aires, en el año 1893 con su pequeño hijo en brazos, su amiga Anais la estaba esperando para llevarla a vivir con ella al conventillo de la calle Uruguay. Berta había dejado atrás su Francia… sus recuerdos. Al quedar viuda tomó la decisión de partir a un país lejano a pesar que los inmigrantes eran hombres, principalmente jóvenes y adultos que venían en busca de tareas urbanas y rurales.
Muchos fueron los propietarios que transformaron sus viejas casas en casa de alquiler de habitaciones para recibir a los viajeros llegando a ser esas viviendas colectivas un gran negocio para sus dueños. Así nacieron los conventillos. También había grandes casonas abandonadas por sus moradores después de la epidemia de fiebre amarilla y tifus.
Con la inmigración masiva fue creciendo la población, transformando a la gran aldea en una gran ciudad.
Y su niño también fue creciendo en ese conventillo de la calle Uruguay. Como su amiga lavaba y planchaba, Berta comenzó a trabajar con ella. Vivían en una pequeña habitación casi sin aire, casi sin luz porque carecía de ventana. Se vivía en condiciones deplorables. Para cocinar usaban los braseros que se encendían junto a la puerta de la habitación.
Y su muchachito fue creciendo gordito, simpático pero a veces algo rebelde, siendo protagonista de trifulcas entre los inquilinos donde se mezclaba gente de trabajo, desocupados, malevos, jugadores, prostitutas. Tal vez la ausencia del padre había contribuido en su conducta.
Muchas veces, sentado en el umbral de ingreso al conventillo, cantaba y cantaba. Lo hacía tan lindo que los vecinos lo invitaban a su casa donde lo alojaban y alimentaban.
Todos los domingos a la tardecita, el patio del conventillo, ese espacio común de todos los inquilinos, donde se compartían las viejas piletas de lavar, la soga para tender la ropa… se vestía de fiesta y se afianzaban los lazos de fraternidad con bailes y cantos. Así entre mate y mate para engañar el hambre, el muchacho comenzaba su gorjeo acompañado por una fatigada y vieja escoba a manera de guitarra.
Ese ambiente malevo fue nutriendo su infancia…Y el muchacho fue creciendo y un día estrenó su pantalón largo y comenzó con sus amigos a dar serenatas en ese barrio que lo adoptó.
Cuando escuchaban su melodiosa voz, puertas y ventanas permanecían abiertas. Todos querían escuchar a Carlos… el morocho del Abasto.

Teresita Fava de Maggi


martes, 21 de mayo de 2019

Beatriz Mattar de Vergara



PUNTA DE TRALCA

El verde conjuga su verbo armonioso y equilibra al colorido del conjunto.
El silencio invita a desentrañar palabras que lleva el mar en su marcha.
Fruncido el ceño en la madrugada, logra ahora la calma.
Punta de Tralca… belleza… imágenes que guarda la retina.
Una roca reverente, muestra irregular su contorno y recibe los trazos del oleaje bravío, en su extremo final. De ahí el nombre Tralca, punta del trueno.
Cuando la noche cubre el espacio, se enrojece por el efecto de luces que la muestran irritada.
Tralca tiene el lenguaje del poeta y la certeza del pintor.
La mirada de la historia y la verdad de una geografía que juega con sus formas…
Paisaje de natural poesía, permite al tiempo páginas nuevas en su marcha.
Silencios que enriquecen la reflexión entre un mar y cielo, dueños de una gracia especial.

BEATRIZ MATTAR DE VERGARA



lunes, 13 de mayo de 2019

Hasta siempre, Berta...

Los integrantes del Taller Literario “Letras y Sonidos” despedimos a nuestra compañera Lidia Berta Fortuna de Fabry, quien falleció hoy a los 89 años de edad.
La homenajeamos con uno de sus poemas…

ILUSIONADA

Amanece.
Es un día de viento y de lluvia.
¿Cómo puedo hacer para que deje de ser molesto?
Quiero
convertirlo en música y cantos.
Pongo mis oídos contra el vidrio.
Quiero
 
que sus gotas repiqueteen en mi corazón.
Quiero
que mi corazón no sienta tristezas, sino alegría.
Quiero
 
que no lo alcance el odio, que se llene de amor.
Quiero
que el amor brille sin descanso y que inunde el mundo.
Quiero
que sea primavera,
Quiero
que este día estalle en alegría
que haya una abundante siembra de bondad
y que a cada uno lo alcance la paz.



Lidia Berta Fortuna de Fabry