TE RECUERDO PADRE
“La Veloce” se llamaba el barco aquel
que te trajo,
siendo aún niño, desde tu querida
España.
En la bonita Valencia, se abrieron
tus ojos mansos.
Una madre temerosa de la guerra amenazante,
un padre que con valor, con espíritu
templado,
decididos a emigrar, uniendo amor con
pesares.
El mar arrulló las penas, el sol
entibió las almas
un país los recibía, gran potencia se
insinuaba.
Arrojaron las semillas en profundos
surcos yermos,
las regaron con sudores de
tremebundos veranos,
y lágrimas de tormentos en las noches
de nostalgias.
Cuánto arrojo, cuántos días en
extensiones de campo.
Matorrales, paja brava, tierras inhóspitas
crueles,
ellos nunca se arredraron, invocaron
al Señor
con suplicantes plegarias.
Inefables esperanzas, arraigaron en
sus almas
de ver campiñas muy verdes, flores y
espigas doradas.
Aun te veo padre mío con tus ropas
empolvadas,
cuando volvías del campo, tras una
larga jornada,
conjugaban tus esfuerzos, con mi
bella tierna infancia.
No fueron vanos ejemplos, quedó tu
ruta marcada.
Tu generoso legado de honestidad y
trabajo
cual bendición has dejado.
Gracias por siempre te digo. ¡Te dice
gracias mi Patria!
Inés María Quilez