LIBERACIÓN
El
día amaneció con cielo encapotado, el olor a lluvia se percibía en el ambiente
luego de varios meses de sequía.
Es
el momento propicio para quedarme en casa tomando mate y comiendo fritos,
además de acomodar el altillo. Porté enceres de limpieza, bolsas de residuos,
cogí termo, el mate y con mi pitanza allí me dirigí.
Es
el instante de deshacerme de muchas cosas. Con esta limpieza, no sé por qué,
estoy convencida que también mi alma quedará aseada y libre de recuerdos.
El
olor a moho torna la atmósfera irrespirable, abro la ventana y dejo que entre
el aire. Con la primera ráfaga veo agitarse las hojas de un cuaderno que está
abierto sobre unos de los estantes del viejo aparador que perteneció a mi
abuela.
La curiosidad me desborda llevándome hacia el
lugar, tomo el borrador entre mis manos, con suaves soplidos despejo el polvo
acumulado y comienzo a hojearlo. Enseguida reconozco la letra de quien
escribiera esas líneas y sin dudar, inicio la lectura.
…
No intentes
escabullirte, no te va a servir de nada,
a la vista está todo lo que has hecho.
Te he visto al igual
que otros, salir noche tras noche de la casa de aquella encendida muchacha que
otrora lapidabas con motes despectivos. Ahora comprendo que ello era sólo una
mera argucia para despistar a esta incauta, que ciegamente creía en ti y en el
amor que solías dispensarme.
El verano y sus
tórridos días, desintegran sin prisa pero sin pausa, el sentimiento que me unía
a ti.
Ídolo de barro, te
evaporaste con las lágrimas que derramé.
…
Mi
alma comenzó a soltar amarras.
Norma Leonor Degano
No hay comentarios:
Publicar un comentario