Búsqueda de fragancias que caracolean en el tiempo de sonrisas que anidan esperanzas...del lenguaje que dé solidez al verso y la prosa...de entregas, silencios y de una mística en la belleza, que resuman dignidad y respeto a la palabra.

Beatriz Mattar de Vergara

domingo, 21 de diciembre de 2014

Jorge Emilio Bossa


ROMANCE DE FUEGO


Se vieron por vez primera
una noche de verano,
de las que abren la estación
y las que cierran el año.
Fue en la última semana
de un aciago dos mil cuatro.

La vereda de una disco,
a la cual luego ingresaron
soñando con disfrutar
del recital programado
por la banda del momento,
circunstancial escenario
fue de un cruce de miradas
que los dejó alucinados.

Pero muy pesadas bromas
siempre le han adjudicado
al travieso de Cupido,
como ocurrió en este caso…
Los jóvenes de esta historia,
llamados Sofía y Nacho
tenían marido y novia
respectivamente. Y ambos
por esos amados seres
estaban acompañados.
Igualmente aquel ángel
lanzó dañinos flechazos.

Tras observar a Sofía,
bajó la mirada Nacho.
Ella, una radiografía
le tomó a aquel muchacho,
a quien nada conocía
pero que mucho la atrajo.
Y después cerró los ojos…
Y después mordió sus labios…
Y pensó, con madurez,
que jamás con un engaño
dañaría a su esposo.
Y lo apretó entre sus brazos.
En otra vida, tal vez,
a aquel hombre habría amado.

De nuevo, en el interior
del boliche se encontraron…
Ella iba al tocador.
Él en busca de dos tragos.
Otro cruce de miradas
se originó entre ambos.
Quiso inventar una excusa
para acercársele Nacho,
mas reinó la sensatez.
Por ello siguió de largo.
En otra vida, tal vez,
a esa mujer habría amado.

De pronto comenzó el show
y acto seguido el caos…
bengalas, demencia, fuego,
apagón, gritos y pánico…
En medio del resplandor
ella alcanzó a divisarlo,
se abalanzó sobre él
y tembló bajo su amparo.
Luego se desvaneció.
Él no dudo. En sus brazos
la cargo sin vacilar
y corrió desesperado
en busca de una salida…
Sólo hallaron candados.

Con prisa fue rescatada
de allí la novia de Nacho.
Mientras que, en la habitación
de un sanatorio privado,
el marido de Sofía
despertó de su letargo
algunas horas después
de haber sido auxiliado.

Distinta fue la fortuna
para Sofía y Nacho.
En otra vida, tal vez,
hoy estarán disfrutando
de un romance que nació
(como nacía el verano)
de otros dos que murieron
(como moría el año).

Jorge Emilio Bossa

Cuarta Mención Género Poesía
Concurso Literario Provincial
Primer Aniversario SER
Sociedad de Escritores Riocuartenses
Río Cuarto (Cba.), Diciembre de 2014


1 comentario:

  1. Felicitaciones Jorge!! Hermoso poema, un tema profundamente emotivo, merecida distinción.

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