Cae el último ladrillo
y el polvo, como un llanto,
estrecha espacio y tiempo.
Miradas hacia adentro.
El corazón late sensible.
Allá, el reloj de pared,
la biblioteca,
el retrato de mamá,
la cama de bronce,
el sillón de la abuela,
la mampara,
la cocina y sus secretos,
mis juegos de niña,
mis pesares adolescentes….
Cae el último ladrillo.
El tiempo escribirá su poema.
La luna pondrá el titulo
y el ladrillo nuevo
entonará un salmo,
junto a las geometrías del amanecer.
Beatriz Mattar
de Vergara
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SOLO UNA
LÁGRIMA
Sólo una lágrima riela la cornisa
del profundo precipicio de mi pena.
Yo podría enjugarla pero entonces
ya no habría testigo
de aquello que me aqueja.
Sólo una lágrima
redonda,
transparente,
mía.
Myriam Lucía Taverna
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