PRODIGIO
El hombre está como una bestia
exilada de la comunidad. Perdió su espíritu alegre y despreocupado. Ya sin
vitalidad y agotadas sus fuerzas siente hambre y sed. Acaso era su misión
personal retirarse a una región profunda del bosque, para rezar sin descanso.
Siente que solamente un milagro podrá
salvarlo.
Comienza a rezar fervorosamente,
famélico y casi extraviada su razón. Descubre la llegada de un perro que tiene
en su boca un mendrugo de pan, el que deja caer cerca de sus manos. En silencio
se arrodilla a su lado y descubre las partes de ese cuerpo que arde en llagas.
Con profundo sentimiento humano, acerca su boca sobre ellas y se retira con
tristeza.
Al día siguiente, vuelve a cumplir su
recorrido, con un pedazo de pan que lo deposita a su lado.
Al ser descubierto por su amo, éste
trata de ayudar al exilado.
El inteligente y bondadoso animal
quedó reconocido en el mundo como “El milagro del perro de San Roque”.
Lidia Berta
Fortuna
Publicado en la Antología “Un mar de palabras”
Diciembre de 2015
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