Puedo escribir los
versos más alegres esta noche y dedicarle un vals (la canción desesperada) a mi
querida compañera Inés, quien aún sueña llevar la bandera de Letras y Sonidos,
y su alma no se contenta con haberla perdido...
Aunque éste sea el
último dolor que le causo, y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
(Fragmento
del prefacio)
LA BANDERA DE MYRIAM LUCÍA
-
La canción desesperada -
Era
rubia (sin ojos celestes)…
La llamaban Inés María
y cantaba como una calandria:
“¡La bandera tendrá que ser mía!”
Era flor de la vieja parroquia
donde un cura tanto la quería,
y ganaba allá en Pergamino
La llamaban Inés María
y cantaba como una calandria:
“¡La bandera tendrá que ser mía!”
Era flor de la vieja parroquia
donde un cura tanto la quería,
y ganaba allá en Pergamino
los
concursos con su poesía.
Pero
aquí, en Letras y Sonidos,
no
podía ser abanderada.
Ese
puesto era para Jorge,
a
quien tanto la Seño apañaba.
"¡Con el alma te quiero, bandera,
y algún día tendrás que ser mía!”
se la oía cantar por el barrio,
mientras la envidia la consumía.
“¿Dónde estás linda blanca y celeste,
oh bandera que no fuiste mía?"
"¡Con el alma te quiero, bandera,
y algún día tendrás que ser mía!”
se la oía cantar por el barrio,
mientras la envidia la consumía.
“¿Dónde estás linda blanca y celeste,
oh bandera que no fuiste mía?"
¡Hoy
la tiene Jorge, el preferido
de
la Seño Myriam Lucía!
N.
del A: cualquier semejanza con un popular vals
y
la realidad de un taller literario sanfrancisqueño,
es
pura coincidencia.
Jorge
Emilio Bossa
Del libro “Veinte poemas de HUMOR y
una canción desesperada”
Marzo de 2020
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