MI BELLA PORTULACA
En un rincón de mi pequeño patio,
ella entreteje ramas con humildad
serena.
Convive con otras plantas de verano
de entrañable belleza.
Pero es la preferida ante mis ojos
por el cariño que encierra.
Las demás muestran sus hojas
desplegadas.
Es un festín impúdico de verdes
con insólita magia.
Pero el sol aparece con fulgores,
enceguece y atrapa.
Ella lo espera… se deja amar
enardecida.
Él, con calor sublime, la seduce y
abrasa.
Ella, sumisa y tímida, le rinde su
tributo
y de pronto ¡estalla!
Estalla de color y belleza.
Se cubre de flores en forma inesperada.
Se convierte en reina por un día,
en el pequeño patio de mi casa.
Cuando el sol se esconde tras los
muros
y la sombra la atrapa…
Cierra sus hermosas flores.
Su espíritu de reina, descansa…
Inés Quilez de Monge
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