Oscar Santiago Nicola

Muñeca de trapo

En el revoltijo del viejo baúl,

allí, guardado entre mis recuerdos

de la infancia, adolescencia,

a mis manos viene una

muñeca de trapo.

Me siento en el piso tomado a ella.

Observo su descolorido cuerpo,

brazos, piernas, apelmazados,

raído ropaje, triste mirar.

Comienzan a florecer en mi memoria

recuerdos imborrables

de un niño enamorado.

La compañera de banco era

de no corresponder.

Un día dijo -te obsequio mi muñeca

como recuerdo, a este colegio no

regreso. Los estudios los continúo

en lejanas tierras de mis abuelos-.

El corazón de niño enamorado

se agitó, ella se acercó,

besó mi mejilla, se marchó.

Dejó mi alma herida, llorando de dolor.

Años pasaron, continué mi trayecto

en la vida. Nunca supe más de ella.

En mí sigue ocupando su lugar.

El inolvidable amor platónico.

Oscar Santiago Nicola

Del libro “Cántaro Poético”, Antología 2019 del Taller Literario “Letras y Sonidos” de San Francisco (Cba.)

Alma Carrión de Dal Bó

Te recuerdo…

Por tu sonrisa que venía desde adentro,

por el bálsamo sutil de tu mirada

en cuyas negras pupilas me internaba

y lograba una paz nunca igualada.

Por las fuertes arrugas de tu rostro

que aparecieron sin alternativa

y que yo amaba porque ellas no opacaban

la juventud intemporal que te animaba.

Por la pasión vehemente de tu verbo,

por el soberano empuje de tu idea,

por el ejemplar valor de tus principios,

por la profunda influencia de tu fuego.

Por la ilusión que plantaste en mis mañanas,

por el apoyo indeclinable que me dabas,

por la fuerza que aún me sigues dando

desde la hondura indescifrable de la nada.

Todo lo que me diste acá lo tengo,

es lo que dio forma a lo invisible,

a ese armazón que sostiene mi madera

y donde estarás por siempre, padre mío.

Alma Carrión de Dal Bó

Del libro “Cántaro Poético”, Antología 2019 del Taller Literario “Letras y Sonidos” de San Francisco (Cba.)

Raúl Rodriguez Olezza

44: Su legado

Dios nos brindó diferentes estados

a través de las acciones de los hombres

y alto precio es estar en Gracia con Él.

A veces recuerda el viento…

el hecho fatalista,

de esta inmolación no deseada

y…..

acunados por los brazos del mar

y ejemplo para la Patria nuestra,

donde estarán en eterna patrulla,

ellos, los 44 Marinos,

navegarán en su póstumo lar

estos héroes vestidos del oscuro mar.

A toda máquina navegan estos valerosos,

proa a la tragedia en el silencio sofocado

y nos enseñarán como enfrentar,

al país agitado por canallas oleadas.

Densos sonidos de las sombras

se entremezclan en el azul profundo,

arrebatándonos a esos temerarios

del naufragio solo físico,

pues de la memoria jamás borrará

este puerto de misterio

donde atracó en su final

aquella espiga de acero.

Ellos indicarán con su entrega

al coloso Atlántico,

en un marco superador,

las alegrías en sus frentes veladas

a los vientos gélidos del sur,

y sus almas se acariciarán abrazadas,

pues marcaron con sus martirios,

su valor, entrega y honor.

En esta batalla final contra el mar,

nuestros marinos nos ofrendaron

una tumba para el desánimo

y la fortaleza para obtener

el deber, a pesar de sus sacrificios.

Raúl Rodriguez Olezza

Del libro “Cántaro Poético”, Antología 2019 del Taller Literario “Letras y Sonidos” de San Francisco (Cba.)

Sonia E. Bailone

Homenaje a María Elena Walsh

- Poetisa y maestra de la gente,
unió las artes -

Ella nos enseñó con letras y melodías. Logró conmovernos. Su recuerdo vivo está presente en sus canciones y en sus poemas, que nos invitan a imaginar melodías y paisajes. Los docentes las enseñan a sus alumnos. Cantan, bailan, las ilustran y confeccionan títeres. Viven momentos de felicidad y aprenden. En los cumpleaños infantiles escuchan canciones de varios autores. Los adultos llevan la música de María Elena y le cantan.

Le enseñé a mi madre a tocar con rasguidos de guitarra algunas de sus canciones. Llegó el día del cumpleaños de mi primito Gabriel. Mi mamá lo alegró cantándole con la guitarra La Reina Batata.

En los misteriosos caminos de la inmortalidad de las almas, la imagino a ella, como una musa alegre regalándoles poemas y canciones a espíritus con su alma angelical. 

Sonia E. Bailone

Del libro “Cántaro Poético”, Antología 2019 del Taller Literario “Letras y Sonidos” de San Francisco (Cba.)

Myriam Lucía Taverna

Esa hora…

                “Es esa hora donde duermen

las paredes de la casa…”

                                                            Isidoro Irroca

Es esa hora sosegada, estática,

cuando se cuelga el sueño a las paredes

y se queda la casa silenciosa,

como si enmudeciera.

Es ese instante que en mi mente bullen

los suaves aleteos de una idea

que puja por nacer,

pues al hacerlo

deja de ser lo que era.

Es un momento dual.

Es el momento de la ambivalencia,

del silencio de muros,

de la inquietud de ideas.

Entonces dejo divagar mi pensamiento,

entretejo palabras,

las envuelvo en perfumes

que la noche me entrega,

les permito volar al infinito,

imagino colores

que las visten de luz y de belleza.

Cierro los ojos, abro los oídos,

les creo música, también juego con ellas

y sin saber del tiempo que transcurre

de pronto me doy cuenta

que en la quietud aparente del recinto

pude crear un cuento

o dar vida a un poema.

Myriam Lucía Taverna

Del libro “Cántaro Poético”, 
Antología 2019 del Taller Literario “Letras y Sonidos"

Ester Gallardo

Criollita mía

- A la Virgen del Valle de Catamarca –

Virgen de Catamarca,

hoy vengo a verte.

Con música en el alma,

agradecerte...

Virgen de Catamarca,

Criollita mía,

déjame que te cante

mis alegrías.

Eres, Virgen del Valle,

dulce y pequeña,

orgullo de la tierra

catamarqueña.

Los colores del cielo

pintan tu manto,

colores argentinos

como mi canto.

Y si tengo tristezas,

son pasajeras,

que se van, si te canto,

mi compañera.

Virgen de Catamarca,

Criollita mía,

no dejes que se apaguen

mis alegrías.

Ester Gallardo

Del libro “Cántaro Poético”, Antología 2019 del Taller Literario “Letras y Sonidos” de San Francisco (Cba.)

Teresita Fava de Maggi

Cuando llegues…                     

Para ti, Adriana…

Mañana cuando llegues, amiga mía,

vestiré la casa de fiesta para recibirte.

Tú vendrás con tu vestido largo,

la sonrisa alegre, los cabellos lacios.

Yo pondré cascaritas de mandarina en el mate.

Entonces tendrán un gusto a otoño,

a tardes de miércoles compartidas…

Mañana cuando llegues, amiga mía,

los pequeños pájaros grises

dejarán la sombra doradas de los árboles

y te cantarán una canción de bienvenida,

mientras yo… estaré a la espera

de tus versos hechos poesía…

Mañana amiga… cuando llegues.

Teresita Fava de Maggi

Del libro “Cántaro Poético”, 
Antología 2019 del Taller Literario “Letras y Sonidos”